30 Ene ¿Qué es una sociedad inactiva y qué responsabilidades tiene?
En algunas ocasiones, las sociedades mercantiles recurren a la inactividad cuando pasan por un momento difícil y no quieren poner fin definitivamente al negocio. Por tanto, es una opción previa a la liquidación que mantiene al negocio en stand-by.
Sin embargo, si estás pensando en esta alternativa para tu empresa, cuidado porque esto no quiere decir que por dejar de tener actividad, estés exento de responsabilidades. Al contrario, las sociedades inactivas deben cumplir con determinadas obligaciones si no quieren recibir una multa cuantiosa.
¿Qué es una sociedad inactiva y qué beneficios tiene?
La sociedad inactiva es una empresa que pierde su actividad, sin haberse liquidado y diluido. Para aplicar a este tipo de sociedad, primero la sociedad tiene que comunicar su baja en la actividad económica en la Agencia Tributaria.
Lo que significa que la sociedad queda en espera para que sea liquidada o reactivada más adelante, en el plazo de 1 año.
Pero, ¿qué beneficios presenta la sociedad inactiva? Principalmente, hay dos perfiles a los que les resulta interesante esta opción.
- Aquellos que quieren reactivarla con la misma actividad o con otra nueva: quienes pueden mantener el nombre y la reputación de la empresa. A esto hay que añadirle que se ahorran los costes de constitución de sociedad.
- Aquellos que quieren liquidarlas: se ahorran los costes y multitud de trámites como la redacción del acta con el acuerdo de disolución, confección del inventario, operaciones de liquidación, escritura de extinción, inscripción en el Registro Mercantil, liquidación de las operaciones societarias y la baja en Hacienda.
Principales obligaciones y responsabilidades de la sociedad inactiva
Después de que en una Junta General la sociedad haya sido aprobada como inactiva, es importante que no te despreocupes por el simple hecho de tenerla como inactiva.
Siguen existiendo responsabilidades ante la Agencia Tributaria, la Seguridad Social, el Registro Mercantil y los administradores:
Obligaciones tributarias
Primero, deberás comunicar a la AEAT que la sociedad está inactiva. Y para ello, tendrás que modificar en la declaración censal el modelo 036 y 037, marcando la casilla 140. Además, tendrás que marcar también la casilla 141, para señalar la fecha del cese de la actividad.
Por otro lado, las sociedades inactivas no tendrán la obligación de presentar declaraciones mensuales ni trimestrales, ni ninguna otra. Pero sí tendrán la obligación de presentar declaraciones por el Impuesto de Sociedades.
El tercer punto a tener en cuenta es que no podrás deducirte los gastos originados durante la inactividad. Y por último, otra de tus obligaciones será realizar retenciones e ingresarlas en la AEAT.
Obligaciones ante la Seguridad Social
Los administradores podrán darse de baja en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social siempre que no realicen otra actividad, que se incluya en este régimen.
Obligaciones ante el Registro Mercantil
El incumplimiento de una serie de obligaciones ante el Registro Mercantil puede acarrear multas de entre 1.200 a 60.000 euros.
Por lo que deberás cumplir con estas obligaciones:
- Gestión de la contabilidad.
- Legalización de libros.
- Formulación y aprobación de las cuentas anuales, para después depositarlas en el Registro Mercantil.
Obligaciones de disolver la sociedad
Una sociedad puede permanecer inactiva hasta un año. Si una empresa supera este límite, se procederá a su disolución y liquidación (art. 363 de la Ley de Sociedades).
Obligaciones de los administradores
Una vez que se supera el plazo de un año, el administrador debe convocar una Junta General Extraordinaria en 2 meses para tomar decisiones que conciernen a la sociedad. De no ser así, este asumiría a partir de ese momento las obligaciones sociales de la sociedad.
Asimismo, es importante que tengas en cuenta que si la sociedad inactiva tiene deudas con la Administración o con terceros, los administradores asumirán esa responsabilidad, según dice la Ley General Tributaria.
Aunque dejar una sociedad inactiva supone menos papeleo y cuesta menos que liquidarla, no por ello debes ignorar tus obligaciones relacionadas con la inactividad. Recuerda que el hecho de no presentar las cuentas anuales o el Impuesto de Sociedades pueden ocasionarte consecuencias económicas importantes.
Además de este contra, si la inactividad supera un año, se deberían tener muy en cuenta las responsabilidades y los posibles inconvenientes para el administrador.
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